19.8.10

Lorca & Cohen

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Federico García Lorca, «Pequeño Vals Vienés»

En Viena hay diez muchachas, ¡Ay, ay, ay, ay!
un hombro donde solloza la muerte Toma este vals que se muere en mis brazos.
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el museo de la escarcha. en el desván donde juegan los niños,
Hay un salón con mil ventanas. soñando viejas luces de Hungría

por los rumores de la tarde tibia,
¡Ay, ay, ay, ay! viendo ovejas y lirios de nieve
Toma este vals con la boca cerrada. por el silencio oscuro de tu frente.


Este vals, este vals, este vals, este vals, ¡Ay, ay, ay, ay!
de sí, de muerte y de coñac Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".
que moja su cola en el mar.

En Viena bailaré contigo
Te quiero, te quiero, te quiero, con un disfraz que tenga
con la butaca y el libro muerto, cabeza de río.
por el melancólico pasillo, ¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
en el oscuro desván del lirio, Dejaré mi boca entre tus piernas,
en nuestra cama de la luna mi alma en fotografías y azucenas,
y en la danza que sueña la tortuga. y en las ondas oscuras de tu andar

quiero, amor mío, amor mío, dejar,
¡Ay, ay, ay, ay! violín y sepulcro, las cintas del vals.
Toma este vals de quebrada cintura.


En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.
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1 comments:

Ana Cristina Leonardo disse...

Os ciganos não são modernos nem respeitam os códigos - eis o problema! Inacreditável e preocupante é o silêncio dos bons, como dizia o Luther King. Afinal, parece que é mesmo mais fácil falar quando as coisas se passam fora de portas.